Los 11 poderes del líder - reseña crítica

Jorge Valdano afirma que el fútbol nos ayuda a comprender al ser humano. Nos permite identificar los estímulos que lo activan para alcanzar sus desafíos.

El ex jugador y entrenador argentino se basa en el deporte rey para plantear 11 elementos fundamentales que exponen la esencia del liderazgo de nuestros días. ¡Vamos! ¡Salgamos a la cancha!

Introducción

El fútbol es un juego tan poderoso que comparte muchas aristas con la sociedad, la cultura, la comunicación y el ambiente empresarial.

Sobre este último, es muy fácil identificar un punto en común entre el líder de un equipo y el de una compañía: ambos se someten constantemente a una intensa presión.

Como todo juego de equipo, el fútbol funciona como un simulador de la vida que pone a prueba los límites individuales, los miedos y el espíritu colectivo.

Valdano sostiene que todos los componentes de un club poseen un cierto nivel de responsabilidad con el equipo: entrenador, ayudantes, jugadores, staff técnico y directivos. Incluso los fanáticos.

Pero quizás sea la figura del entrenador la que conlleva el mayor peso. Para ser un gran líder, este individuo debe saber tanto de cuestiones técnicas como de relaciones personales.

Deben creer en sí mismos por encima de todo lo demás, porque desde esa fuerza interior transmiten y contagian su ambición.

Como existe un amplio abanico de formas de ejercer el liderazgo, Valdano las clasifica en 11 poderes que fortalecen el día a día de un equipo. Veremos cada uno a continuación.

Aunque Pep Guardiola ya lo resumió de forma brillante: “El líder es aquel que hace mejor al otro”.

El poder de la credibilidad

En este primer capítulo, Valdano pone el foco en la autoridad moral. Define la credibilidad como “la consecuencia y la recompensa de una trayectoria impecable desde una perspectiva ética”.

Y la ética comienza en el respeto hacia el otro. El autor toma el ejemplo de una persona que, en los deportes, quiere ganar a toda costa: bajo esa lógica, no hay valor que sobreviva.

Todos los grandes líderes, en los equipos y en las empresas, son responsables de sus actos y del debate que los pone en contexto. Deben ser transparentes en sus conductas y discursos.

Por ese motivo, la ética se vuelve fundamental para el liderazgo.

La credibilidad, entonces, es algo difícil de conseguir. Lo que ayuda, según Valdano, es entender que, ante todo, estamos tratando con personas dignas de respeto.

El poder de la esperanza

Una carrera futbolística o una trayectoria profesional en el mundo corporativo incluye triunfos y derrotas. Aunque seguramente coincidiremos en que el aspecto más importante son los aprendizajes que nos proporciona cada experiencia.

Muchas veces, una meta es simplemente un pretexto para movernos. Y todo gran objetivo tiene que bañarse de esperanza para ponerle ilusión al camino que debemos emprender.

Valdano cita el caso de Marcello Lippi, entrenador de la selección italiana en el Mundial de Alemania 2006. La Azzurra llegaba al torneo golpeada por el escándalo de corrupción conocido como Calciopoli.

Lippi les dijo a sus jugadores que Italia había perdido toda su credibilidad y que le costaría años recuperar el respeto en el mundo del fútbol.

Pero fue más allá y los increpó: “El fútbol italiano solo tiene una posibilidad de revertir la situación: que este equipo sea el campeón del mundo”.

Italia terminó levantando la copa al derrotar por penales a Francia en la final.

“Cuando el esfuerzo es empujado por la ilusión, ya no se llama esfuerzo, sino desafío”, sentencia el autor.

El poder de la pasión

Ponerle pasión a las cosas que hacemos es ponerle vida, hacerlas mejor.

El origen de la pasión se encuentra en el amor a la tarea, en la identificación con los valores del equipo o la empresa, en la conexión emocional con el entorno o en una naturaleza de por sí apasionada.

La pasión es, además, contagiosa. Puede funcionar como el motor de un equipo. También es ambiciosa, perseverante y nos ayuda a detectar oportunidades con facilidad.

El autor brinda un dato impactante sobre el ámbito empresarial actual: una quinta parte de los trabajadores del mundo desarrollado reconocen que no están comprometidos con la empresa, ni con el trabajo ni con los directivos. Asusta, ¿verdad?

Valdano ofrece un método para transformar el trabajo en compromiso. Debes analizar si existen tres elementos críticos en tu compañía, planteados en forma de preguntas:

1. ¿Hay oportunidades para crecer dentro de la empresa?
2. ¿La empresa tiene una reputación que impacta positivamente en el orgullo de los trabajadores?
3. ¿Los jefes son confiables?

Para motivar a sus colaboradores, una empresa debe ofrecerles posibilidades de progreso, generar un sentimiento de pertenencia y asegurar relaciones personales francas y respetuosas.

El poder del estilo

Para Valdano, el estilo lo es todo. Es lo que diferencia a un equipo o empresa, lo que puede hacerlos únicos. Sin un estilo propio, ¿cómo se reconocerían esos grupos? ¿De qué se sentirían orgullosos?

El estilo, en pocas palabras, es la manera de ser.

Aunque el autor se apresura para hacer una aclaración: el resultado importa. El problema aparece cuando se lo coloca por encima del estilo. Esto pone la identidad y cultura del grupo en peligro.

“Cuando el estilo es tan sólido que pasa a ser parte sustancial de una cultura, hay que defenderlo y divulgarlo por cada rincón de la empresa, porque se trata de su mayor capital”.

Cada vez que se pierde un partido o un campeonato, siempre surge una nueva oportunidad; cuando se pierde el estilo, se pierde todo.

El poder de la palabra

Como Jorge es de una generación donde el fútbol se vivía no sólo en la cancha, sino también a través de la radio, los periódicos y las revistas, considera que la palabra tiene un lugar fundamental. Actúa como complemento del deporte.

El fútbol, como el líder, es poca cosa sin la palabra, porque aún no hay maneras de sustituirla. La comunicación es la gran herramienta de los equipos participativos, donde los integrantes intentan crecer juntos.

Los líderes deben reafirmar permanentemente los objetivos para guiar al grupo. Valdano da algunos consejos relacionados con la palabra:

• Buscar oportunidades para comunicar.
• Aumentar la frecuencia de la comunicación en tiempos de crisis.
• Comunicar con positividad y pasión.
• Hacer que todos se sientan parte del éxito.
• Ponerse en el lugar de quien está escuchando.
• Contar historias relevantes.

El poder de la curiosidad

Aquellos que tienen curiosidad no le temen al futuro, porque se abren de un modo natural al cambio, a las ideas y a la innovación. Ser curioso es, básicamente, mantener vivo el deseo de aprender.

Y no sólo eso: Valdano cree que este es el único modo de mantenerse conectado con el mundo y de no ser superado por el entorno.

El gran ejemplo en el fútbol moderno es Pep Guardiola, que supo desarrollar una filosofía de juego que marcó una época. Supo ser distinto porque no tuvo miedo de innovar.

Lo más interesante es que estas personalidades inquietas nunca encontrarán un fin para su viaje: los nuevos conocimientos disparan constantemente nuevas preguntas.

Por último, Valdano menciona tres puntos clave:

• Las transformaciones deben hacerse cuando las cosas funcionan.
• Las variaciones no deben tocar la esencia.
• La innovación propone un nuevo reto para un equipo, quebrando la indiferencia de la rutina.

El poder de la humildad

En las empresas y en los equipos, las soluciones deben ser siempre colectivas. Por lo tanto, no hay lugar para la vanidad o el egoísmo.

La humildad, en cambio, se torna vital. Una persona humilde sabe escuchar, genera empatía y produce confianza. Todos aspectos fundamentales para el trabajo en conjunto.

Algo que quizás no sabías es que la humildad puede entrenarse, y depende del líder que esto suceda. Valdano da el ejemplo de la selección argentina que disputó el Mundial de México 1986 y estaba dirigida por Carlos Bilardo.

Los jugadores ayudaban a ordenar el vestuario, llevaban los baúles de utilería al autobús después de los partidos, entre otras tareas. Se mantenían humildes y austeros. Ese equipo fue campeón del mundo.

La humildad nos hace más prudentes y nos permite aprender. Al reconocer nuestras debilidades, podemos prepararnos de la mejor manera para crecer.

Por último, el autor menciona que una persona humilde puede convertirse en un gran referente gracias a su generosidad.

El poder del talento

Todos nacemos con una cierta habilidad, con una predisposición hacia determinada actividad. Cuanto antes la descubramos, antes encontraremos nuestra vocación.

Aunque no todo depende de la naturaleza. También existe el talento forzado o trabajado. Con el objetivo de alcanzarlo, se transforman las propias carencias en un desafío para la voluntad, en una barrera a superar.

Aún no se inventó nada que sustituya al esfuerzo en los procesos de aprendizaje y mejora continua del talento.

Para la formación de un equipo, es mucho más interesante buscar personas con una virtud sobresaliente antes que gente sin defectos. Cuanto más diferentes sean los integrantes, más rica será la suma de conocimiento que lleve a ese equipo al éxito.

El talento, señala Valdano, necesita condiciones: de un lugar, de exigencia, del grado justo de libertad, de motivaciones. Pero, sobre todo, necesita confianza.

El poder del vestuario

Quizás el factor más importante de un equipo sea la calidad humana y de relación de sus integrantes. La fuerza de este vínculo puede tener un gran impacto sobre los resultados.

Ser parte de un vestuario implica algún tipo de renuncia. Cada integrante debe dejar algo propio de lado, pero este acto no debe verse como un sacrificio. Es parte del contrato.

"El equipo pone en valor al otro", dice el autor. Por eso, cada miembro debe ser reconocido y recibir confianza, incluso poder. Cada jugador -o empleado- debe sentirse importante y útil para el proyecto.

Además un buen líder debe lograr que todos se sientan orgullosos de la idea que representan. 

El poder de la simplicidad

No existe mayor belleza que la de lo simple, porque expone lo esencial.

Pero para ser simple se requiere trabajo. Debe analizarse el asunto y su contexto en profundidad, para así poder plantear los objetivos de forma clara y elegir los métodos más eficientes.

La simplicidad es prácticamente un arte. Nos muestra lo sustancial, nos permite ahorrar energía y tiempo y, como si eso fuera poco, nos ayuda a llegar más lejos.

El poder del éxito

Valdano cierra su libro destacando el poder de la victoria: ganar nos puede llevar a un segundo triunfo.

Es necesario asumirlo: el discurso del líder, sin importar qué tan bueno sea, se fortalece en la victoria y se debilita en el fracaso. El éxito le da credibilidad a un proyecto.

En el fútbol, el gol es la metáfora perfecta del éxito. Cuando se consigue, la sensación de culminación dispara reacciones físicas y psíquicas, no sólo en el jugador que lo marcó, sino en sus compañeros, el cuerpo técnico, los aficionados y los directivos.

Pero Jorge no hace referencia al éxito como una vitrina donde se exhibe el logro ante los demás, sino como una satisfacción interna por haber conseguido el objetivo.

El éxito dispara la confianza y la ilusión, y desde esa fortaleza, nos acerca al siguiente logro.

Notas finales

Jorge Valdano afirma que el fútbol es “un gran campo de ensayo para analizar al ser humano” y “un divulgador inigualable, porque no necesita traducción”.

Sobre el cierre, destaca la importancia de reconocer el objetivo final, que debe repetirse en todos los casos: la felicidad. Si no la conseguimos, no hay éxito que valga la pena.

Consejo de 12min

En “Liderazgo”, de Alex Ferguson y Michael Moritz, podrás aprender las claves de la carrera del exitoso técnico escocés, que supo formar equipos de élite. ¡Anímate a leerlo!